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Territorio, viaje, memoria. Navia en el Infantado.

Estos son los tres conceptos que interesan a José Manuel Navia y que en esta exposición “Miguel de Cervantes o el deseo de vivir” vertebran esta muestra fotográfica colgada en la sala de linajes del Palacio del Infantado, un escenario que el mismo Miguel de Cervantes hubiera elegido y que quién sabe? pudo haber visitado.

Territorio, pues el fotógrafo recorre los escenarios en que vivió y penó el gran escritor: Alcalá de Henares, Valladolid, Madrid, Nápoles, Roma, Sicilia, Lepanto, Túnez, Argel, Orán, Lisboa, Esquivias, Toledo, La Mancha, Andalucía o Barcelona son las localizaciones en que se movió este gran soldado del imperio español cuya extraordinaria biografía excede en ocasiones a la de su gran personaje novelesco. Unos territorios en que la gente y la arquitectura parecen uno: como el propio autor explica, una calle de un pueblo morisco de Túnez nos hace pensar en La Mancha y un rincón de Sevilla puede ser Nápoles. El Mediterráneo (salvando la inmortal y decadente Lisboa) es una vez más un nexo de unión, de cultura común, nuestro Mare Nostrum.

Viaje, pues sólo la emoción de salir hacia lo desconocido te hacer ser mejor fotógrafo, avivar la percepción para recorrer estos legendarios lugares y ciudades bajo el propósito de sentir e imaginar a alguien tan grande como Don Miguel pisando sobre esa playa, en esas calles… esa luz que envuelve a estos míticos lugares es suficiente inspiración para sacar lo mejor de tu fotografía.

Memoria, pues aunque con una diferencia de cuatro siglos, se superponen la vida del escritor y el recorrido por el fotógrafo en busca de la huella (otro concepto que interesa a Navia desde siempre, ahí está por ejemplo su libro “Pisadas sonámbulas”). La huella como vestigio material o inmaterial de una presencia; en este caso lejana pero… algunas o muchas huellas quedan de aquel siglo XVI: calles, lugares, mares, gentes no tan diferentes de aquellas.

Sin duda Cervantes dejó muchos vestigios, principalmente en su extraordinaria obra literaria, fuente de inspiración de Navia para viajar, recorrer, fotografiar. La literatura siempre está presente en su fotografía, en su vida, hasta tal punto que su obra visual no se engrandece y toma todo su significado hasta que se leen las citas, que en este caso acompañan a la exposición y al libro incidiendo de manera precisa sobre la imagen, completándola y destilando el significado completo de sus fotografías.

Uno de los puntales que llevan a hacer de esta exposición más que recomendable es que funciona, te envuelve y consigue el objetivo de acompañar a un tal Cervantes, malviviendo por esos escenarios de leyenda, por un imperio español en toda su grandeza tras la victoria de Lepanto. Nada mejor que un encuentro con el autor en la propia exposición para comprender en su totalidad lo que ha querido expresar con su obra; el pasado lunes 20 tuvimos la oportunidad de hacer un recorrido guiado esclarecedor; una costumbre que debería de imponerse en cada exposición colgada.

El video de 30´ que se puede visualizar en la exposición, con una entrevista al autor es imprescindible para comprender las motivaciones e impulsos que han guiado a este reconocido fotógrafo para aproximarse certeramente a este gigante de la literatura; pues si de literatura hablamos ya saben, primero Cervantes y Shakespeare….

Por cierto, el próximo sábado 11 de marzo Navia realizará un taller fotográfico titulado “El viaje como metáfora”. De 10 a 14 h en el salón de actos del Palacio del Infantado previa reserva en el correo: museo-guadalajara@jccm.es. Un encuentro imprescindible.

Más info.

 

Sala de linajes del Palacio del Infantado. Guadalajara.

Hasta el 19 de marzo.

Patrocinada por Acción Cultural Española/Instituto Cervantes/JCCM

 

Published by

Jesús de los Reyes

Fotografía artística y de autor

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